GIJON-CUATRO
JUECES-FARIO-GAVIO-GIJON (POR BRAÑAVERNIZ). 19/09/2015
Después de tres años sin ir al
Fario, en diez días dos veces……… Esta vez el foralín Gachet junto a Manu Diéguez
(Explorer), fueron a eso….. a explorar nueva vía, pero está claro el Fario esta
alto y para llegar hay que subir, así que vayas por donde vayas……………..
No me voy a extender más de lo
necesario ya que gran parte del recorrido es común al realizado el pasado 08/09/15,
con lo que solo haré hincapié en la zona que la diferencia con esta.
Salimos de la zona del Natahoyo en esta fresca y soleada mañana como de costumbre rumbo al Ayuntamiento, Playa de San Lorenzo, La Guía, senda
río Peñafrancia, camping de Deva, trialera, y Alto del Curbiellu (tiene coña el
tema por Gijón es con “B” y por Peón es con “V”).
Aquí empezamos la parte de la
ruta que la diferencia con la anterior, bajamos dirección Peón hasta la primer
enroscada de izquierdas y a los 50 metros de pasarla tiramos por una carretera
que sale a nuestra derecha que nos lleva hasta Brañaverniz de Abajo (no
confundir con otra que hay antes de la curva que indica Brañaverniz de arriba),
siempre en continuado descenso hasta cruzar el Arroyo de Rioseco momento en el
cual se empieza a poner la cosa pendiente como diciendo “ya descansasteis
bastante desde alto hasta aquí”, primero con buen asfalto y muy llevadero hasta
cruzarnos con un lugareño en tractor que te dice “ venga chavales que queda
poco” mientras esboza una sonrisa , a lo que la experiencia de otras veces con
este comentario es “José Luis te vas a cagar…..”.
Dicho y hecho, pasada la casa del lugareño, bien custodiada por dos mastines, empieza un rampón de hormigón que me obliga a echar pié a tierra por desconocimiento del lugar ya que a los 50 metros hay un pequeño llano para recuperar el resuello. Este pequeño llano es para cruzar sobre el Arroyo de Moñanco, para acometer una interminable recta muy pendiente con fincas construidas a izquierda y derecha terminándose el asfalto/hormigón para emprender marcha por una pista con muy buen firme, la cual nos lleva hasta “La Cabaña de Estrada” tal como reza grabado en una piedra a la entrada de la espectacular finca en medio de un bosque jalonada por pinos.
Dicho y hecho, pasada la casa del lugareño, bien custodiada por dos mastines, empieza un rampón de hormigón que me obliga a echar pié a tierra por desconocimiento del lugar ya que a los 50 metros hay un pequeño llano para recuperar el resuello. Este pequeño llano es para cruzar sobre el Arroyo de Moñanco, para acometer una interminable recta muy pendiente con fincas construidas a izquierda y derecha terminándose el asfalto/hormigón para emprender marcha por una pista con muy buen firme, la cual nos lleva hasta “La Cabaña de Estrada” tal como reza grabado en una piedra a la entrada de la espectacular finca en medio de un bosque jalonada por pinos.
Aquí nos viene un dilema, ya que
para continuar debemos internarnos en una propiedad privada, hablamos alto y
silbamos por si hubiese perros ya que divisamos ganado al fondo y un poni
enano, que al principio y de lejos nos hace dudar sobre si será un canis-canis. Nos armamos de valor pasamos nuestras monturas sobre la cerca y
comenzamos a caminar despacio, no sin reservas (se nos notaba el cague aunque íbamos muy dignos
los dos), según nos acercamos a la cuadra y al ganado vemos que tan solo son
vacas y un poni divisando en lo alto del prado una portilla metálica, tomando
rumbo a ella para buscar salida que nos comunique con la pista que viene desde
Rioseco. Tras volver a saltar la tapia nos adentramos en sendero a través de un
cotollal (con los consiguientes arañazos) que nos saca a una pradería de pasto
y por fin la pista que viene desde Rioseco, la cual seguiremos hasta enlazar
con la ruta del 08/09/2015 en el cruce que tira para el Argañoso, para Rioseco
o para Cuatro Jueces.
Nosotros tomaremos esta última
parando a comer el bocata en Cuatro Jueces y continuando después hasta el
Fario, como siempre vistas espectaculares del Cordal de Peón y de Gijón.
Una vez en el Fario, decidimos
arrimarnos hasta el Cerro Gavio o Cimero, desde las mesas allí instaladas, las
vistas sobre el valle de Sariego y Siero impresionantes, tanto es que nos
sentamos a observar como bobos sin mediar palabra.
Decidimos despertar y emprender
el regreso a Gijón por la vía normal dirección área de Deva y en vez de desviarnos
hacia Caldones, como nos parecía que habíamos subido poco, coronamos al área de
Deva para bajar por el cementerio, meternos por un trozo del trazado del
descenso de Deva y bajar por la pista al lado del camping. Tomamos de nuevo la
senda de Peñafrancia dirección a la Playa y hasta el Cerillero a regarnos con
una rica caña de cerveza tostada. Quede claro que por eso salí en bici, si no
hay caña de tostada, no salgo.
Un día cojonudo, compañía
excepcional, y ya ves me prestó eso de explorar, aunque con esto de los gps’s
ya no tiene tanto encanto.
Hasta la próxima y os dejos las
reseñas y fotos como de costumbre.
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